Ninfa montada por Miguel Blanco Blázquez

El pescador a mosca tiene que pensar en más de una dimensión cuando traza una estrategia. Una primera dimensión son los datos objetivos de que disponemos: unas determinadas condiciones meteorológicas, un caudal o nuestros conocimientos sobre una especie concreta. Nos podemos guiar también por lo que ven nuestros ojos. Captamos los círculos en el agua de un pez cebándose, lo descubrimos descansando debajo de una roca, observamos moscas secas sobre la superficie del agua.

También podemos arrancarle algunos consejos a un pescador aparentemente más experimentado con quien nos hemos cruzado de camino.

Pero la experiencia nos abre una dimensión más. ¿Qué puede estar pasando bajo el agua? ¿Qué sucede en este preciso momento en el mundo subacuático tan ajeno a nosotros?

Esta experiencia es más importante cuanto menos confiado es el pez. Tímidas truchas de montaña o truchas en cotos concurridos serán piezas difíciles. ¡En estos cotos nos podemos encontrar con ejemplares que tengan más experiencia de pesca que nosotros!

Aprender a intuir lo que ocurre bajo el agua nos dará algo de ventaja respecto a opciones estratégicas más obvias.

Alternativas cuando emergen moscas

Nos encontramos en un río donde nuestros ojos observan muchas moscas secas. Vemos las efémeras llegar por la corriente bombeando hemolinfa a sus alas para que tomen fuerza. Hemos captado de reojo a ya más de una trucha cebándose en superficie.¿Nuestra tentación? Atar rápido una mosca seca y lanzarla hacia ese círculo.

Sin embargo, las señales nos dicen que muchas más ninfas están emergiendo en esos precisos instantes. Si el agua es muy clara, tienes paciencia y la corriente no es demasiado rápida, puedes ver cómo se arrastran las ninfillas.

En estos momentos, miles de ninfas estarán buscando su camino hacia la superficie. Muchas de ellas no llegarán porque alguna trucha estará dándose un banquete que a nosotros nos pasa desapercibido.

Así que una opción no tan obvia pero muy divertida es pescar con ninfa de poco peso. Trazamos una estrategia que nos permita llegar a ese pez que está alimentándose justo por debajo de la superficie. La capa del agua los peces se alimentan de forma mayoritaria son los últimos 10 centímetros por debajo de la superficie. Nuestro objetivo tiene que ser llevar la ninfa a esta profundidad.

Buscaremos que nuestra ninfa tenga poco peso, como máximo una cabeza de latón, y reproduciremos una deriva parecida a la de las ninfas naturales. Las mejores opciones son las clásicas Pheasant tail, Hare’s Ear.

Ninfa montada por Miguel Blanco Blázquez

Ninfa montada por Miguel Blanco Blázquez.

Tres métodos para pescar a ninfa a poca profundidad

Una forma sencilla de no perder un pez es utilizar un indicador de picada, que colocas en la línea según la profundidad. Descubres la trayectoria de las ninfas y es fácil descubrir cuando el pez ha picado.

Para obtener el mismo resultado podemos utilizar una segunda mosca, esta vez mosca seca. La diferencia con respecto a un indicador es que menos rápido si quieres varias la profundidad de la ninfa. Pero la ventaja no tiene precio… ¡puedes llegar a coger dos piezas a la vez en un solo lance!

Un segundo que no es muy utilizado es el que usaba Rin Chung, creador de una ninfa emergente extraordinaria, la RS2. Él utilizaba una técnica en la que lanzaba las ninfas 45º, con lance muy cortos, siempre inferiores a 10 metros, dejando derivar las ninfas a la velocidad de la corriente.

Rin Chung usaba bajos en torno a 4,5 metros y detectaba las picadas manteniendo una ligera tensión en el bajo. Para esta técnica es muy adecuado usar cañas largas y ligeras. Yo suelo usar una caña Maxia SX4 9’8 pies 2 o la Devaux T56 10’ 2/3. Este tipo de pesca es muy adecuada para truchas y tímalos, en corrientes zonas de poca profundidad y corrientes suaves.

El tercer sistema sería pescar aguas arriba y detectar la picada observando la deriva del bajo de línea. Para ello engrasaremos bien todo el bajo de línea excepto los últimoscentímetros del tippet, de esa forma nuestra ninfa derivará a la profundidad adecuada. Al tener el bajo muy engrasado, podremos verlo fácilmente sobre el agua y ante cualquier movimiento antinatural será provocado por un pez al coger la ninfa. Usar bajos anudados, donde puedas añadir tramos de color, ayuda a visualizar aún mejor su deriva.

Esta última técnica es muy adecuada para zonas donde los peces sean difíciles, como los ríos de Asturias y Cantabria, o cotos concurridos como el Ter, porque es más difícil que el pez desconfíe.

Podemos utilizar (Maxia SX4, Devaux T56, Devaux Aliox tippet, Loon Payette Paste, Ninfa PT 01, Ninfa JBN 01)

Esperamos que tengáis pronto oportunidad de probar cualquiera de estas técnicas… o las tres a la vez. Si venís a visitarnos, ¡no dudéis en contarnos cómo os ha ido!

 

Tight lines!